APOYAMOS A PUERTO CASADO
22 Septiembre 2009
Observatorio Rural
Uno de los mayores golpes de la transición de la dictadura a la democracia fue el golpe del latifundio en contra de la población campesina y en especial contra la gente de Puerto Casado. En el año 2001 la empresa extranjera Carlos Casado vendió entre 350 y 400 mil hectáreas en las cuales estaba incluida la propia ciudad de Puerto Casado con unos seis mil habitantes.
Luego de una larga, paciente y sufrida lucha, los casadeños lograron la expropiación de más de 50 mil hectáreas para poder continuar viviendo en el lugar, tamaño que luego se redujo considerablemente, hasta que al final las autoridades nacionales cedieron al volver a anular la expropiación para aceptar un supuesto obsequio de la empresa, que incluye lugares inaccesibles, y que ademàs nunca se concretó.
Los casadeños llegan hoy a Asunción. Es la cuarta vez que lo hacen. Vienen caminando desde aquel lejano paraje para tratar de hacer escuchar su voz. Es la voz del Paraguay en contra del latifundio irracional y vergonzoso y en contra de la globalización.
La lucha de los pobladores de Puerto Casado cuenta con el apoyo firme y solidario de la Red Rural, desde sus inicios, porque entendemos que es la demostración cabal de que la globalización es en realidad “un poder sin sociedad” en el que los mercados financieros y las empresas gigantescas son las que gobiernan, como es el caso de la secta Moon, con “inversiones” en todo el mundo, aunque nadie pueda constatar los resultados sociales de tales inversiones.
Que nos digan las actuales autoridades nacionales, si la situación de Casado no es la demostración también de que las sociedades sufren el éxodo del poder hacia centros de decisión extraterritoriales sin cuentas que rendir, lo que a su vez representa una de los más serios riesgos para la sobrevivencia de la democracia.
De ahí la necesidad de que todos aquellos que se consideren demócratas no tienen otra opción que apoyar la lucha de casado porque ahí no están en juego hectáreas de tierras sino realmente la repatriación del poder al Estado paraguayo y el reconocimiento a las organizaciones de la sociedades civil
Nuestros demócratas de hoy, a quienes gustan llenarse la boca de la palabra CAMBIO, no deben olvidar que la secta Moon fue quien financió al Grupo de Acción Anticomunista (GAA durante la dictadura stronista para liquidar o neutralizar a opositores, muchos de los cuales hoy son autoridades legítimamente elegidas.
Ellos no deben permitir que quienes ayer apoyaron a la nefasta dictadura de Stroessner, sean hoy nuevamente quienes quieran someter a los heroicos pobladores de Puerto Casado.
RED RURAL
22 de setiembre de 2009
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